Creación digital: futuros posibles (y alcanzables)

Durante el último año, la ciencia y la tecnología están jugando un papel indispensable frente a un contexto difícil y complejo. Todos los ámbitos de nuestra vida se han visto forzados a adaptarse a procesos digitales a un ritmo acelerado.

Ante una evidente transformación económica y social, queremos plantearnos el estado en el que se encuentra la cultura y la creación, uno de los sectores más castigados por la crisis de la COVID-19. En concreto, nos interesa centrarnos en la situación específica de la creación digital, devastada especialmente por la falta de protección y financiación, por el cierre de galerías y de espacios especializados.

No se trata de empezar de cero. Se deben presentar las posibilidades futuras como oportunidades. Primero, analizando lo aprendido, experimentado y debatido hasta el momento. Antes y durante la crisis pandémica. A partir de ahí, hemos de identificar, por una parte, las consecuencias directas de la pandemia y, por otra, los problemas derivados de la aceleración en la transformación digital. Especialmente en aquellos aspectos que permitan relanzar e impulsar nuevas líneas de trabajo, iniciativas heterogéneas, o nuevas metodologías. Siempre teniendo en cuenta que ese conocimiento y experiencia ha de asentarse y sobrevivir bajo las reglas de la economía digital. Tanto la creación y el consumo de contenido exige nuevas habilidades digitales, de comunicación, emprendedoras y comerciales.

Busquemos nuevas miradas, afrontemos la transversalidad y la hibridación entre arte, ciencia y tecnología y calibremos qué puede ofrecer. Analicemos y compartamos con todos los implicados en todos los procesos de creación, evitando entrar de nuevo en bucle. Nos encontramos ante un proyecto complicado y arriesgado, pero apasionante. Es más necesario que nunca aprender de los errores, y extraer el valor de ciertas experiencias relacionadas con el arte digital. Y, sobre todo, no olvidemos dos de los componentes más importantes: valorar a los creadores, recuperar público, y atraer al que nunca se sintió atraído por este tipo de prácticas artísticas. Busquemos y compartamos la manera de fomentar y promover nuevos contenidos y escenarios.