Pedagogía social, vejez y autonomía personal

Actualmente existen cambios demográficos, socioculturales y económicos que transforman las relaciones personales y sociales, así como las estructuras familiares y, en consecuencia, las formas tradicionales de cuidado de las personas ancianas, tanto en lo referente a la promoción de su calidad de vida como al mantenimiento de su autonomía personal y de su cuidado en las situaciones de dependencia. Dichos procesos no solo afectan los valores y los patrones de vida de las personas mayores, sino también a sus posibles cuidadores, que en su mayoría son familiares directos. La Pedagogía social desempeña un papel en los diversos momentos del ciclo vital y en la etapa de la ancianidad este papel no deberá relacionarse únicamente con el ejercicio de los profesionales de la acción socioeducativa, sino que también deberá tener en cuenta la vida y las necesidades de las propias personas de edad avanzada y de sus posibles cuidadores informales. Primero, favoreciendo la calidad de vida y la autonomía de los individuos ancianos después, previniendo y retardando la dependencia y, finalmente, acompañando a sus cuidadores.