El diseño como objeto político: El requerido posicionamiento del diseñador como agente de cambio.

Frente a lo que podríamos considerar como un acto de connivencia con el modelo neoliberal imperante, de ocio y producción, el diseñador se ha convertido en un sujeto apolítico, ingenuo y ciego, volcado en la acción irreflexiva de la producción ilimitada. La humanidad debe alimentar a 8000 millones de personas y garantizar al mismo tiempo su supervivencia y la sostenibilidad del planeta. Ante este reto, el diseño debe resituar al sujeto en el centro del modelo, en todos sus ámbitos y especialidades. Este reposicionamiento deberá acontecer desde una visión politizada, ecocentrista y de izquierdas, para convertirse en un motor de cambio social, clara y abiertamente enfrentado al neoliberalismo extremo y su curva de crecimiento constante, un modelo que ha situado a la humanidad en un proceso de autoextinción programado, debido a la priorización de las ganancias y los beneficios frente a nuestra propia existencia.

Las próximas generaciones de profesionales del diseño van a representar un papel crucial en el devenir del planeta. Nos enfrentamos a un reto de proporciones mayúsculas en el que se deberán conjugar al unísono todos los actores de la sociedad y el mercado, de los cuales el diseño es uno de los más relevantes. Desde el interconectado sistema internacional que representa la academia, se torna relevante promover e incentivar actitudes nuevas que faciliten el reposicionamiento de los diseñadores, alejado pero no ajeno a las perversas complejidades del mercado neoliberal extremo. Por y para ello, pretendemos enervar conciencias y promover la reflexión, buscando la consecuente revuelta, que en el caso de ser desoída nos condena al fracaso como sociedad y especie.