¿Qué opinión tienen los profesionales de la medicina sobre las series que abordan su disciplina? Tras el éxito de la edición en castellano, con más de 10.000 descargas y una segunda edición en papel, llega ahora Medicine in television series, la versión en inglés de La medicina en las series de televisión, el libro en el que dieciocho autores analizan series como House M.D., CSI, Breaking Bad o The Walking Dead desde la perspectiva de su campo de estudio. Coordinado por el crítico de series de televisión Toni de la Torre (J.J. Abrams. La teoría de la caja, Historia de las series), la publicación cuenta con el apadrinamiento de Lisa Sanders, la médico de la Universidad de Yale cuya columna en The New York Times sirvió de inspiración para los productores de House M.D.
Los casos médicos de difícil diagnóstico que cada semana describía Lisa Sanders en el periódico la convirtieron en guionista de una de las series médicas más importantes de la historia de la televisión. En su capítulo, Sanders no duda en comparar los métodos del mítico personaje interpretado por Hugh Laurie con las dotes detectivescas de Sherlock Holmes.
“Los ecos al canon holmesiano son frecuentes en la serie. House tiene un único amigo, James Wilson, un paralelismo con el doctor John Watson. House toca el piano, la guitarra y la armónica; Holmes se distrae tocando el violín. House toma Vicodina; Holmes, cocaína. Irene Adler era, para Holmes, LA mujer. La primera paciente que salva House tiene el mismo apellido, Rebecca Adler” –explica Sanders-. “El cocreador y productor ejecutivo de la serie, David Shore, ha reconocido que el homenaje fue intencionado desde el principio”.
“En las series médicas tradicionales, el diagnóstico era un mero punto de partida para el resto de la historia. La precisión meridiana de la ciencia y la certeza del diagnóstico se contraponían al arte de lidiar con las complejidades de la conducta y las emociones humanas. La simplicidad de esta representación ficticia del proceso camufla la incertidumbre que rodea a la mayoría de diagnósticos, si no a todos. Reconocer la falta de precisión intrínseca es algo que parece incomodar a los médicos. Todo esto cambia con la llegada de House M.D.”, argumenta Sanders.
Pero la medicina no sólo está presente en las series ambientadas en un entorno hospitalario. Patricia Robledo, del Laboratorio de Neurofarmacología de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, por ejemplo, analiza su campo de estudio, la adicción a las drogas, a partir de la serie de culto Breaking Bad. Gracias a ello descubrimos que el mítico color azul de la metanfetamina que produce Walter White en la serie no concuerda con la pretensión de pureza del 99%, “puesto que cualquier color es signo de impureza”, explica Robledo.
Por su parte, Ramon Cererols, autor del libro Descubrir el Asperger, se centra en la figura de Sheldon Cooper, protagonista de la comedia The Big Bang Theory, para abordar los rasgos de las personas afectadas por este síndrome. Un trastorno que presentan numerosos personajes televisivos, como el propio House o Gil Grissom, de CSI, serie que también se examina en el libro por su ambientación en la medicina forense.
Los Soprano y el psicoanálisis, Mad Men y el tabaquismo, The Walking Dead y el imaginario de la epidemia, Masters of Sex y la sexología, Homeland y el mundo de las emociones o Nip/Tuck y la cirugía plástica son algunos de los capítulos que componen La medicina en las series de televisión. Un libro que, como resume Toni De la Torre, “tiene como objetivo dar a los profesionales de la medicina una panorámica de cómo su profesión se refleja en las series, y a los aficionados a las series un punto de vista interesante, inesperado y enriquecedor de sus ficciones favoritas”.