Resumen
Dentro del cine fantástico y de terror, la técnica de superposición de imágenes ha jugado desde sus inicios un papel fundamental a la hora de representar lo sobrenatural. En este texto nos centraremos en las adaptaciones de Drácula de Bram Stoker y las películas de vampiros, que a partir del Nosferatu (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, 1922) de Murnau tienen peculiaridades propias en el uso de la superposición como efecto visual. Para ahondar sobre la eficacia y los usos narrativos de la técnica compararemos dos películas que adaptan la novela desde tiempos y perspectivas muy distintas: Count Dracula (1969) y Los blues del vampiro (Vampire Blues, 1999), ambas dirigidas por Jesús “Jess” Franco. Distinguiremos la superposición realizada en 35 mm y la que hoy permite el video digital, y analizaremos las funciones técnicas y retóricas que este recurso desempeña en los niveles narrativos de la historia y el discurso de ambos títulos.
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