Dolores de amor. Un cliché renacido a propósito de un caso clínico.

Resumen

Introducción: El espectro de conductas con motivación sexual es muy amplio, abarcando conductas que no son biológicamente reproductivas y que sostienen funciones exclusivamente lúdicas. Se denominan parafilias a los patrones persistentes y recurrentes de excitación sexual resultante de la exposición a estímulos sexuales no normativos, y su existencia resulta paradigmática de la amplia heterogeneidad de la sexualidad humana. Entre ellas, el Infantilismo parafílico fue descrito por primera vez en la literatura científica Tuchman y Lachman en 1964 y se caracteriza por obtener excitación o placer sexual a través de la representación de roles infantiles o del uso de objetos propios de la infancia.

Objetivo: Nos proponemos describir un caso clínico, enfocando el perfil atípico de intereses y conductas sexuales que comprenden fenómenos de Infantilismo parafílico y Sadomasoquismo. Pretendemos discutir la comprensión de estos fenómenos en el contexto del cuadro clínico global, su marco nosológico y su implicación en el proceso psicoterapéutico.

Metodología: Se relata el caso clínico de una paciente observada en el ámbito de la consulta de la primera autora. Se realiza una revisión no sistemática de la literatura científica a través de una búsqueda bibliográfica en la base de datos Pubmed y de la consulta de obras de referencia en el área de la Sexología. Se procede a la discusión clínica, basada en los datos presentados.

Resultados: Este artículo ilustra el caso de una paciente, derivada a intervención psicoterapéutica por síndrome ansioso-depresivo. Durante el acompañamiento, se identificó un patrón de respuesta sexual caracterizado por un interés sexual preferencial en representar el rol de un bebé y prácticas que implicaban sufrimiento físico, dominación y sumisión.

Conclusiones: La Parafilia es una entidad clínica controvertida. Una amplía categoría de condiciones, refleja la diversidad del comportamiento sexual humano y se distribuye en un espectro que va desde la conducta sexual casi normal hasta el comportamiento prejudicial o destructivo hacia uno mismo o los demás. El trabajo clínico con estos fenómenos implica especial atención a la formulación clínica individualizada, con énfasis en la evaluación detallada del sufrimiento subjetivo y déficits psicosociales que les subyacen, mientras se toma como referencia el entorno cultural en que se produce.