Las sobras de felicidad al baño María

Main Article Content

Lola Santos Fernández
Una cacerolita de cremosas judías pintas con arroz encima de la mesa, un platito con tortilla de patata en el horno, un muslito de pollo o unas croquetas en el aparador de la cocina… ahí están algunas de esas sobras de la felicidad en mis recuerdos de la infancia en las casas de mi madre, de mis abuelas o de mi tía materna. Sobras de comida que aguardaban allí a que alguien se las comiera sin más. A disposición de quien antes pasase y tuviera hambre. Las sobras de una generosidad materna que se da a lo otro. Eran tiempos en que en las cocinas había esa abundancia que no necesitaba de cálculos, de programaciones, de ecuaciones, aun cuando hubiera escasez y mucho que restar y sumar. Las sumas y las restas que hacían las mujeres. Pero estas sobras felices siempre sumaban, se quedaban fuera del cálculo, dando a las cocinas el sentido y el olor de lo recién hecho que reposa, que se ofrece, que espera la llegada. Como con esas sobras que aguardan la llegada, en mí se produjo algo parecido a una espera hecha también de miedos nacidos de un quiebro muy grande, demasiado grande, el que te empuja a pasar de la miseria a la grandeza. De las sobras como desperdicio a las sobras de la felicidad. He necesitado tiempo, el tiempo de los guisos largos y trabaditos de mi madre, el del amor, el abrazo de mis hijas, y destilar mucha experiencia en relación con otras para liberarme de mi propia desconfianza, manifestada por medio del orgullo, la impaciencia y la pereza. Hoy en día mi deseo es, como el de muchas, el de poner en juego ese más femenino, encarnado en la excelencia de unas buenas sobras, en todos los contextos.
Paraules clau
Cocina, Orden simbólico de la madre, Autoridad femenina, Nutrición

Article Details

Com citar
Santos Fernández, Lola. “Las sobras de felicidad al baño María”. DUODA: estudis de la diferència sexual, no. 55, pp. 86-105, https://raco.cat/index.php/DUODA/article/view/343878.