Resumen
El trabajo con el sonido y el silencio es central en la experiencia sensorial que logra el cine de Chantal Akerman. En ocasiones domina la casi ausencia de palabra, en otras su voz es central o destacan los sonidos de los lugares que encuentra en su exploración cinematográfica. Me pregunto ¿qué aportes pueden destacarse en el trabajo con el sonido y el silencio del cine de Akerman?, y ¿cómo estos aportes contribuyen a suscitar la experiencia corporal de la persona espectadora? Me centraré en el análisis comparativo de D’Est (1993), Là-bas (2006) y Tombée de nuit sur Shanghai (2007) de Akerman, especialmente reveladoras en el trabajo del “silencio háptico”, los “ecos de la salmodia” y el “retrato sonoro”. Me apoyaré en estudios previos sobre el trabajo sonoro en el cine de la directora y en la importancia concedida a lo corporal de la teoría fílmica feminista de las últimas décadas.
** Este artículo parte de la tesis doctoral La forma-ritual del cine de Chantal Akerman. Hacia un espectador encarnado, la cual ha sido reconocida con el 1º premio de la XXXV edición de los Premios CAC (Consell de l’Audiovisual de Catalunya), a la investigación sobre Comunicación Audiovisual, y la 1ª Mención Honorífica del Premio a la Investigación en Humanidades y Arte de la Real Academia de Doctores de España de 2023.**
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