Diderot en España

El nombre de Denis Diderot le resulta sin duda más familiar a un español medio de nuestros días que a su semejante del siglo XVIII. Pero en uno y otro caso menos que los de Voltaire o Rousseau. A juzgar por las referencias que nos han llegado, Diderot fue conocido en la España de aquel tiempo por su condición de alma de la Enciclopedia, de teórico de la estética y de autor dramático. Por desgracia, dichas referencias no son muy abundantes. Sabemos que leyeron o poseyeron obras de Diderot varios personajes famosos, como Meléndez Valdés, Pablo de Olavide, Jovellanos o el duque de Osuna, sin contar, claro está, los numerosos españoles que tuvieron acceso a la Enciclopedia, a pesar de estar prohibida por la Inquisición desde 1759. El Santo Oficio prohibió otras obras de Diderot, como Les bijoux indiscrets, las Pensées philosophiques y Jacques le fataliste, aunque no llegó a una condena total de autor, a diferencia de Voltaire y Rousseau.