Robert Blair: Un olvidado precursor del romanticismo

Hablar de Romanticismo literario-vital significa entrar en el tabernáculo de la contemplación.

Contemplación de la vida en fragmentos fluyendo por la savia del pensamiento adscrito a la antorcha del destino a la que ni se niega, ni se acomoda, simplemente fructifica bajo la ahogante —y nunca fresca— humedad de su sombra, como víctima muriente en rebelde llanto ante el parto de la aurora. Llanto y meditación tomando como telón de fondo el sauce y la noctúrnidad, y frente a ellos la inclinación corporal, sustentada por una mano apoyando la frente, hacia lo tenebroso del alma y la tumba de su cárcel.