Diversidad, globalización y desigualdad: una mirada etnográfica a dos respuestas de política lingüística educativa en Cataluña

El estudio situado y comparativo de la implementación de dos programas de educación lingüística en Cataluña durante los últimos 15 años en dos institutos de secundaria localizados en áreas de clase trabajadora nos ha permitido presentar los principales retos que la comunidad educativa en general, pero principalmente los docentes -como encargados de la ejecución de estas políticas-, han tenido que gestionar. Este artículo se inspira en la teoría de Erickson (1987) sobre la confianza (trust) y la legitimidad (legitimacy) en la educación para dar cuenta de las complejidades de la implementación de estos programas en términos de éxito o fracaso escolar. Tanto las aulas de acogida del programa LIC, orientadas a la inclusión del alumnado de origen inmigrado al sistema educativo catalán, como el programa GEP, diseñado para satisfacer las aspiraciones de familias que ven en el inglés mejores posibilidades de acceso social para sus hijos, piden condiciones emocionales y materiales que conlleven consecuencias. Los docentes que participan en estos programas deben construir una retórica que convenza compañeros, alumnado y familias que lo que hacen es para el bienestar de todos, incluido los propios centros que ven como su imagen social gana o se devalúa según la situación.