La reflexión académica en torno a la relación entre el espacio y la literatura se ha desarrollado de forma particular en los últimos años, integrando, a su vez, un enfoque multidisciplinar. De entre las disciplinas o líneas de investigación que se han ocupado de esta relación destaca la geografía dedicada a la revalorización del patrimonio que se ocupa de analizar cómo el binomio territorio-literatura traspasa la obra y contempla la relación del escritor y su obra con su entorno.
Desde esta mirada, el territorio literario es un objeto de estudio complejo con un gran interés no solo literario, sino también social, simbólico y cultural en un sentido más amplio. Muestra de ello es la relevancia que ha tomado el patrimonio literario en diferentes ámbitos, siendo comprendido como mediador entre la obra literaria y las personas. De esta manera, el patrimonio literario se ha convertido en un elemento con un gran potencial en diferentes ámbitos como lo son el educativo o el turístico, en tanto que posibilita una aproximación distinta a una expresión cultural intangible como es la literatura. Para explorar las posibilidades y retos del uso del patrimonio literario en los distintos contextos es necesaria una reflexión profunda respecto al territorio que, cuando se estudia a través de la literatura, vehicula una dimensión estética y patrimonial que los enriquece; así como también respecto las formas resultantes de comunicar y experiencias el territorio a través de una mirada literaria.
Este monográfico es una muestra de la aproximación multidisciplinar que posibilita la noción de patrimonio literario y de las oportunidades que ofrece integrar esta mirada en distintos ámbitos en los que el patrimonio literario ejerce como elemento educador. La reivindicación de la relevancia del patrimonio literario es, a su vez, una afirmación sobre la importancia de recuperar y valorizar la mirada sobre el territorio que nos ofrecen las expresiones culturales intangibles como la literatura. Ya que el paisaje cultural generado por estas permite desvelar y reinterpretar nuestro entorno y, a su vez, comprender que el territorio no deja de ser un elemento con una carga semántica e interpretativa de gran interés para entender nuestras sociedades actuales y la tradición cultural que las configura.