Las tercianas en Menorca en el contexto de la Oscilación Maldá las fiebres de 1782
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A finales del siglo XVIII la confluencia de anomalías climáticas de carácter extremo propició la alteración de los ecosistemas, y la expansión de las fiebres palúdicas más allá de sus tradicionales áreas endémicas afectando al desarrollo de la vida cotidiana de la sociedad de la época. Entre 1783 y 1786 las fiebres se extendieron por la península Ibérica suscitando una creciente inquietud por parte de médicos y de autoridades para lograr atajar la epidemia de forma efectiva. Las tercianas, también estuvieron presentes en las Islas Baleares, especialmente en Menorca, como desvelan los informes remitidos por los corresponsales de la Real Academia Médico-Práctica de Barcelona en relación con el episodio de fiebres de 1782. La finalidad de este artículo reside en analizar, a través del testimonio del doctor Miquel Oleo, médico de Ciutadella en Menorca, los principales puntos de infección de la isla, atendiendo a las condiciones del medio que imperaban en ese momento y a las particularidades del clima de la isla y de las actividades humanas que se desarrollaban. Asimismo, dedicamos un apartado a analizar las soluciones propuestas por el médico en respuesta a las preguntas formuladas por Juan Baptista de San Martín y Navas, Auditor Real del Ejército e Isla de Menorca y vocal de su junta de gobierno.