Unión sagrada: zonas fronterizas europeas cuestionadas

Especialmente desde la creación del Espacio Schengen (1985; 1995; 2005), el establecimiento de la agencia europea Frontex en octubre de 2004 y la implantación sucesiva de misiones integradas de controles fronterizos, la Unión Europea y los estados aliados se manifiestan ante los inmigrantes irregulares como ente maniobrable de zonas fronterizas traicioneras e interrelacionadas de manera relativamente suelta. Considerando la tendencia actual de diluir dos elementos principales del estado de derecho liberal, la jurisdicción y la rendición de cuentas, también como resultado de la gestión integrada de fronteras de la Unión Europea, este artículo pretende explorar una variedad de opciones para hacer públicas dichas zonas de gubernamentalidad post-westfaliana y abordar la democracia con pasión en un sentido diferente del de gestión. Concretamente, este artículo delinea los elementos prevalentes de las operaciones gubernamentales de Europa en las zonas fronterizas antes de tratar la cuestión de qué actos de desacuerdo se están haciendo visibles que no sólo rompen las antiguas fronteras nacionales sino que también franquean y subvierten zonas fronterizas al mismo tiempo que muestran las posibilidades de asociación y reactividad política sin ser aquellas legitimadas por el estado democrático liberal. Para ejemplificar tales actos de desacuerdo, este artículo hace referencia al movimiento actual Campamento de protesta de refugiados de Viena, al proyecto de investigación Arquitectura forense y también al proyecto artístico Hotel Gelem. El objetivo de este artículo es ilustrar y abogar por las diferentes posibilidades de cuestionar la creciente instauración de zonas fronterizas europeas a través de actos de desacuerdo elicitivos.