TEMPUS ATHLETAE

El deporte como un conjunto de representaciones colectivas se ha convertido en un sistema estructurado y coherente. El deporte ha llegado a ser competencia de una población y florece, en general, por la oferta y
la demanda. Así, el deporte es la sistematización y mejora de la prestación, la extensión de la práctica de la competición y el número creciente de practicantes es considerado representativo del progreso del
hombre. El deporte refleja y amplifica el optimismo oficial de un sistema cuyo desarrollo económico tiende a tener la virtud de conducir al progreso del conjunto de la sociedad. Después de cada éxito deportivo, después de cada manifestación de progreso en las prestaciones, las técnicas del deporte dejan entrever que la humanidad prospera en el plano físico. El aumento de la capacidad deportiva de la población queda representado en gran medida por la mejora de la condición física. El profesional del deporte tiene una configuración bien definida y se supone que debe reunir "ambición moral, perfección física y desarrollo intelectual" y esto debe ser un reflejo de la sociedad. Hoy el profesional del deporte es un héroe popular y está tan especializado como cualquier otro profesional. Representa la docilidad, el valor, la destreza, el talento de ejercitar y dominar su cuerpo. En lugar de ser considerado como un ser servil e innoble, debido a la propia perfección de sus esfuerzos físicos, como consideraban los atenienses del tiempo de Sócrates a los atletas y bailarines, el nuevo héroe representa la eficiencia. Se le paga fantásticamente por sus esfuerzos y es recompensado con las alabanzas y la publicidad poniendo en relación el deporte con la experiencia mercantil, en definitiva, "el deportista y su entorno representan un valor de nuestro tiempo".