LA COMPLEJA FUNCIÓN DEL ANIMADOR

El incremento de solicitud de actividades de tiempo libre supone, en la actualidad, una creciente demanda de
profesionales y animadores para dinamizar dichas prácticas. Siendo éstas cada día más numerosas, en
muchas ocasiones la actuación de los profesionales se suple mediante el trabajo de personas sin una
preparación adecuada, que a base de buena voluntad, intenta con mayor o menor fortuna llevar adelante los
programas. Quienes asumen el papel de monitor o animador de actividades son básicamente ex-deportistas, a los que se les oferta, bien desde los propios clubs deportivos, bien desde las asociaciones de padres y
administraciones locales, la posibilidad de impartir enseñanzas en centros y escuelas deportivas que, cada día más, se han ido incrementando. La formación de este personal es muy heterogénea. Entre ellos hay
desde licenciados en EF (INEF) hasta deportistas con la simple experiencia lograda en la vida competitiva,
pasando por monitores polideportivos provinciales y personas que han seguido cursillos monográficos
organizados por diferentes entidades privadas, tales como BRAFA o los cursos de entrenadores provinciales o regionales de las federaciones deportivas.