Becas y ayudas para el alojamiento universitario. La política de becas como pieza fundamental para el proyecto de movilidad universitaria que promueve la UE y el alojamiento universitario
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Objetivo: El objetivo de este artículo es estudiar la política de becas y ayudas para el alojamiento universitario español. Esta política no es solo una pieza fundamental para el proyecto de movilidad universitaria que promueve la UE sino también una condición necesaria para facilitar el acceso a la universidad de los jóvenes de familias con más dificultades económicas. Metodología: La metodología utilizada ha sido de análisis comparado de las políticas seguidas en el periodo 2008-2011 con las seguidas en 2017. Conclusiones: Actualmente 71% de los estudiantes no cambian de domicilio cuando ingresan en la universidad. Del resto, el 68% comparte piso. Si se analiza la evolución de las ayudas al alojamiento durante el periodo comprendido entre aquellas dos fechas, se constata que las ayudas han disminuido un 46%, prácticamente la mitad.La razón de esta a reducción tan considerable está sobre todo en la introducción de la variable “rendimiento académico”, que ha condicionado las ayudas no solo a las restricciones económicas que a su vez se han endurecido sino también al aporte de mejores calificaciones. No es objeto de este artículo debatir sobre esta cuestión, sobre el sentido y objetivo de las ayudas al estudio que se basa en criterios de equidad. El cambio que se ha propiciado confunde las políticas de equidad y de ayuda a los más desfavorecidos con las políticas de premio e incentivación de los mejor preparados.Los datos de estos últimos años sobre becas para alojamiento nos muestran que éstas son insuficientes. El número de estudiantes desplazados de sus lugares de residencia habitual que disfruta de ayudas a la movilidad es del 22,6%. Por desgracia, un elevado número de este colectivo no cuenta con estas becas. Originalidad: La originalidad del artículo pasa por la denuncia del cambio a peor de la política de becas y ayudas al alojamiento y la propuesta de un sistema alternativo de ayudas en especie que ayudara a sostener el sistema de residencias y colegios mayores, sin menoscabo del destino finalista de la ayuda al estudiante. El campus ha de cambiar, ha de abrirse y transformarse en una parte de la ciudad, rompiendo su exclusividad como recinto docente, incorporando e incrementando no solo su atractivo para la investigación, sino también para otras actividades económicas relacionadas con la transferencia de conocimiento y el alojamiento universitario como parte indisoluble de las actividades propias de los campus: Espacios Sociales y Campus Didácticos.