Crecimiento urbano y despoblamiento rural en la provincia de Tarragona. Su evolución durante el periodo 1940-1981

De entre los profundos cambios socio-económicos acaecidos en España entre 1940 y 1981, se puede destacar como uno de los más notables la industrialización desigual del territorio nacional, en torno a unos escasos centros de inversión: Cataluña, País Vasco, Madrid, etc., lo cual dio lugar a una fuerte redistribución de la población, a través de intensos flujos migratorios desde las regiones agrícolas: Andalucía, Extremadura, etc. hacia las áreas industriales. Como consecuencia la población tendió a concentrarse en unos pocos lugares mientras que grandes zonas de la geografia española conocía una regresión demográfica sin precedentes en la España moderna. En líneas generales fueron las ciudades las que más se beneficiaron del crecimiento demográfico acelerado, mientras las áreas rurales se desertizaban. Este proceso se intensificó con la aparición del turismo de masas en la década de los sesenta y la consiguiente transformación en centros de servicios, de numerosas localidades del litoral, donde surgieron hoteles, urbanizaciones, áreas recreativas, etc. cuya actividad desplazó a la anteriormente predominante: pesca y agricultura. Así mismo la mayor complejidad de los servicios localizados en las ciudades, generó numerosos puestos de trabajo ligados a este sector. Urbanización creciente y desertización rural fueron aspectos de la nueva geografia de la población española, que tuvieron su equivalente también a nivel regional o provincial, aún en aquellas provincias que se caracterizaron por su fuerte atracción migratoria.